No puedes dejar de mirarla cada cinco minutos? ¿La llevas a todas partes (reuniones, ,
momentos de ocio) y además, la utilizas estés donde estés? ¿No la
apagas ni para irte a dormir? ¿La usas cuando estás con otras personas y
contestas con monosílabos a lo que te preguntan mientras tecleas tu
smartphone compulsivamente?
Si has contestado positivamente a todas estas preguntas parece
claro: tu teléfono inteligente te ha esclavizado, él es tu dueño y no al
contrario. Si todavía no has llegado a este extremo pero tienes un
smartphone (blackberry, i-phone o similar), no está de más que te leas
las siguientes pautas que te pueden ayudar a evitar desarrollar esta
adicción en el futuro. Aprovecha sus grandes ventajas (conexión a
Internet, enviar y recibir correos, contactar con tu empresa y con tus
clientes, relacionarte en las distintas redes sociales, posibilidad de
realizar más tareas en menos tiempo) y no permitas que se conviertan en
desventajas (estrés, incapacidad de desconectar en algún momento del
día, deterioro en tus relaciones sociales cara a cara, invasión del
trabajo en tu tiempo libre, pérdida de concentración y productividad).
Este video te hará pensar: http://www.youtube.com/watch?v=78QmLtvS_gk
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